Historia

La historia del CRAI es una historia de coraje, compromiso, pasión y alegría. Sus raíces están profundamente arraigadas en el Colegio Inmaculada Concepción de Santa Fe desde el cual nació la aventura de crear un club desde la nada en lo material, empujados por una dirigencia joven pero visionaria.

Desde el mismo día de su fundación cada uno de aquellos valores ha sido puesto a prueba en incontables oportunidades.

En más de 40 años fueron muchas dificultades y desafíos superados, siempre siguiendo la misma misión de reunir, contener y formar jóvenes y chicas para que mediante el deporte la amistad y el compromiso se conviertan en personas útiles para su comunidad.

 

FILOSOFIA

No es difícil definir al CRAI, si tenemos en cuenta de que es un sinónimo de lo que es el rugby mismo, en este escenario bien podemos afirmar que es el lugar de formación de personas que sean útiles a la sociedad, desempeñándose en la vida con corrección, decoro, honestidad, y probidad; para logar ello utilizamos al deporte, principalmente el rugby,  en el convencimiento que transmite y galvaniza los valores que permiten aquellos logros.

La sigla de nuestro Club, CRAI,  claramente refiere a su origen de colegio, pero también esas letras proyectan valores y connotaciones que definir su esencia

Compromiso: En el CRAI, tratamos de que los jugadores comprendan que nada se puede hacer en la vida sin honrar la palabra dada a un grupo de amigos, sin respectar la organización, sin la valoración del cumplimiento de promesas. Trabajar en equipo significa, como en la construcción, amalgamar con cemento todos los ladrillos que integran la misma. El cemento es el compromiso y los ladrillos son las personas, sin esta conjunción no hay estructura social sólida ni duradera en la vida.

Respeto: En el CRAI, exaltamos por sobre todas las cosas el respeto como actitud y conducta permanente frente a toda persona e institución con la cual nos toca relacionarnos. Además el respeto a las autoridades, a las leyes y reglamentos consideremos que son fundamentales en la formación de nuestros jugadores no solo en el deporte sino en la vida misma. Este respeto debe estar basado en una sincera humildad y falta de arrogancia, lo que permite entender que cada una de los miembros del CRAI es importantísimo en tanto y en cuanto se sienta parte de un todo (un grupo, un equipo, un club, una familia, una comunidad), cuyo bien común está por encima de los individuos.

Amistad: En el rugby como en la vida, la amistad es el más constructivo y poderoso sentimiento que permite a las personas desarrollarse con salud y felicidad. Los amigos son quienes se elige como compañeros de caminata, y las dificultades vividas entre amigos son las que más enseñan. La amistad además es la que cataliza la pasión y la estoicidad. Celebrar éxitos o superar frustraciones con amigos, potencian unos y mitigan las otras. Las amistades más fuertes nacen de las exigencias y por pasar unidos las adversidades, donde uno depende del otro y donde los buenos resultados deben ser proporcionales al esfuerzo y a las horas compartidas entre amigos. En el CRAI se construyen amigos para toda la vida

Ideales: En el CRAI intentamos formar jugadores que en el marco de la constante persecución de los ideales que tiene que ver con la Humildad, Generosidad, Tolerancia, Justicia, Solidaridad, Respeto, Sinceridad, Responsabilidad y todos aquellos otros valores entre los cuales deben crecer estos futuros hombres que en la vida servirán a los demás con firme actitud y criterio social.

Este sin dudas es el compromiso de quienes fundaron nuestro club, de los que dirigieron, de los que los dirigen en la actualidad y de los que deban asumir su conducción en el futuro.